Pensar que esas ilusiones eran algo más que mentiras

Sentir esa impotencia cuando ya no te queda nada por perder, ya que todo está perdido. Haber tenido tu sueño tan cerca, aunque fuese por un solo segundo, te hace ser la persona más feliz del mundo. Sin embargo, alguien te zarandea y cuando despiertas y abres los ojos, ves que todo se ha ido, que ya no vas a poder cumplir tu sueño. Y piensas que cómo a podido pasar tan rápido, todavía no había acabado tu sueño cuando empieza tu pesadilla. Ese momento es en el que te das cuenta de que fuiste demasiado estúpida al pensar que todas tus ilusiones eran algo más que mentiras.