Tan diferente en la sombra

Y, después de leer todos esos relatos, no me quedó más remedio que sacar una sonrisa de oreja a oreja. No creía que fuera así.

Detrás de esa mujer luchadora, trabajadora, ama de casa, risueña y soñadora se escondía una gran escritora.

Sus relatos no me dejaban parar de leer, más y más. Era genial. Me encantaban sus palabras, sutiles y, en definitiva, perfectas.

Ésa era ella, tan normal aparentemente, tan diferente en la sombra.