Una vez más, el reloj marcaba las dos de la mañana. Y una vez más, yo estaba despierta.
Había tenido mucho tiempo para pensar. Pensé en todas las cosas que me habían pasado hasta ahora.
Me di cuenta de lo mucho que había abandonado, dejado y perdido y lo poco que había ganado.
Caí en la cuenta de que todo era mucho mejor antes, y que no puedo recuperar ninguna de las cosas que se fueron.
Pero es absurdo remover lo que ya está cerrado, no hay marcha atrás y punto. Por mucho que quieras algo, no lo vas a tener con seguir pensándolo y lamentándote por ello.
Pensé. Y pensar no es demasiado bueno para mí. Cuando pienso me viene todo a la mente. Mi pasado, mi presente, y a veces mi futuro.
De lo que más me arrepiento es del pasado, algo que no se puede cambiar ya. El presente lo comparo con el pasado, y veo lo poco que disfruté y valoré las cosas que tenía. Pero claro, no se sabe lo que tienes hasta que lo pierdes.
Una vez más, el reloj marcaba las dos de la mañana. Y una vez más, yo seguía despierta, pensando.
De nada sirve darle vuelta a las cosas si no podemos cambiarlas.
ResponderEliminarUn beso y que tengas un maravilloso 2013, Sara.
Nessie
Tienes toda la razón.
ResponderEliminarOtro beso para ti, y que tú también tengas un feliz 2013!